Mucho se queja el candidato Manlio Fabio Beltrones de las obras fallidas, corrupción y necedades de la 4T (que sí las hay), pero no está en posición de arrojar la primera piedra. La mayoría de los cajemenses reprobaron y aún lo hacen, la idea de la construcción de un estadio de beisbol siendo él su principal impulsor y beneficiario.

Si no se hubiera construido el Estadio Yaquis sobre los cimientos de la corrupción y la especulación inmobiliaria, es muy probable que tampoco a AMLO se le hubiera ocurrido la idea de la malograda academia de beisbol en el TOG, un capricho del Presidente López Obrador que nos costó más de 550 millones de pesos, sumado a los casi mil millones que costó el Estadio Yaquis y la “construcción” del remedo de calles que lo circundan.

Una cosa trajo a la otra, la urbanización de los terrenos aledaños al estadio implicaba darle algún valor, no se necesitó hacer solicitudes de información para saber quién se beneficiaba. 

La corrupción salpicó cada etapa de ese proyecto, desde el documento que presentó el Municipio ante la Cámara de Diputados para gestionar los recursos con Faustino Félix Chávez como encargado, según él mismo lo informó en noviembre de 2013, documento que es una delicia por la cantidad de barbaridades que incluye.

Ahora que anda de auditor de obras el próximo senador por el PRI vale la pena recordar cómo se desarrolló la construcción del hoy llamado Estadio Yaquis, aunque bien pudiera llamarse Estadio Temu o Estadio Shein, su construcción es similar a esas marcas chinas que no aguantan la mínima prueba de calidad.

Lo cierto es en eso del bateo les dejaron la vara muy alta a los jugadores de Yaquis, vaya manera de volarse la barda por parte de los constructores en ese bello deporte de la subcontratación, pese a que se difirió un año su inauguración la conclusión de la obra no llegó. Entregaron al Municipio un inmueble con significativas carencias, sería la vergüenza de un estudiante de los primeros semestres de ingeniería civil. Si no me cree amable lector, échese una vuelta por allá, y la que anda en el sector vea la calidad de calles empezando por la Quintana Roo.

Campañas locales

Desde la víspera del 8M los detractores de Javier Lamarque Cano enseñaron un previo de su apuesta, la utilización de herramientas para simular su voz y crear – según ellos- una percepción negativa sobre su persona y sus cercanos, en el más reciente audio también se imita a la directora de Itesca, Patricia Patiño.

Lamarque decía supuestamente que “no quería perder votos”, en el de esta semana se refieren a supuestos 15 mdp que se desviaron para el Itesca.

Cajeme requiere más que audios falsos para motivar la participación en las urnas, la apuesta a la insidia y a la calumnia representa más que una estrategia para el triunfo el 2 de junio una falta de respeto para el elector, pero lo más importante para quienes llevan a cabo esas prácticas: no cambian intenciones de voto.