Quienes ejercen el poder en Morena en el municipio de Cajeme saben que no les puede pasar lo que en el PRD hace 20 años y actúan con las prácticas de acuerdos y pactos al estilo PRI de toda la vida, el orden y la disciplina les hará gobernar tres trienios consecutivos Cajeme (Y eso que Mariscal estuvo los primeros tres años).

Morena tiene en sus fundadores y simpatizantes a un gran número de idealistas que creen que la democracia interna existe, como cualquier ente vivo, un partido político busca la sobrevivencia y en este caso, los triunfos en las urnas para conservar o incluso ampliar el poder, para ese propósito los idealistas son un estorbo.

Desde semanas atrás, grupos de simpatizantes y fundadores se pronunciaron por el cierre de puertas a las personas que provenían de otras organizaciones o institutos políticos, están en su derecho de protestar, además sacar esos enojos resulta en actos de sanación y tal vez purificador, sin embargo, las opciones para ellas y ellos son dos; o lo aceptan como una realidad que prolongará la vida de ese partido o fundan otro. 

Retroceso

En ocasiones Morena y sus gobiernos parecen más a una secta que a un partido político, la idea absurda de que la milicia administre un aeropuerto como el de Ciudad Obregón debiera haber tenido una reacción por parte de Javier Lamarque, pero una observación a algo que dicte el líder de su partido sería un error político y eso por supuesto que no lo va a cometer, prefiere que los usuarios padezcan los malos tratos de los uniformados resentidos y sin criterio.

Ni la secretaría de Economía del Sonora, Margarita Vélez, ni su símil en el municipio Fernando Durazo han emitido un comentario sobre el absurdo de meter a marinos a administrar algo para lo que no tienen formación; la atención con civiles. La autocrítica es muy sana, de hecho, la falta de ella es requisito indispensable para cavar la tumba de cualquier proyecto.

Vamos, ni los integrantes del autodenominado “Cajeme Unido”, siempre preocupados por figurar, tampoco se han asomado a señalar los abusos de los militares que exhiben su esencia al incautar productos comestibles en el AICO... Debemos hacernos a la idea de que no se irán por lo menos mientras López Obrador esté al frente del País, ojalá sea solo en su sexenio. 

La recomendación para evitar ser víctima de los uniformados en el Aeropuerto es no llevar nada que se les pudiera antojar a esos tipos abusivos; la ocasión hace al ladrón.

María Dolores

María Dolores del Río le comentó a una colega suya, una comunicadora de Hermosillo que el tema de seguridad no es un asunto de policías y ladrones. ¡Vaya justificación a su pobre desempeño! Tiene razón en percibir que su nombramiento fue cuestionado desde el principio. Los resultados solo confirman las dudas que de ella se tenían.

Sin el perfil adecuado y como toda persona que llega al cargo por una coyuntura político electoral, Del Río Sánchez se preocupó más a preparar las láminas para las conferencias de prensa con el Gobernador que la estrategia de seguridad. Alfonso Durazo se equivocó con su designación y este error costó vidas de sonorenses.

No es el único caso de servidores públicos de este sexenio que han enfrentado no una curva de aprendizaje sino una cuesta arriba, un terraplén contra el que se estrellan.

En su extravío, María Dolores del Río asumió como estrategia la develación de acrílicos en cuanta se lo permitían, Zona Salva son solo calcomanías colocadas para la foto, para su promoción y que no garantizan la seguridad de absolutamente nada.