CD. OBREGÓN, SONORA VIERNES 26 DE ABRIL DE 2024
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Ni modo, es lo que hay
Gustavo Zamora
8 de Marzo de 2021

No nos han quedado a deber los candidatos a la gubernatura por Sonora, lo que esperábamos de ellos es lo que han enseñado en estos cuatro días de campaña. Priistas hasta el tuétano, los tres con posibilidades de triunfo no pueden olvidar la cruz de su parroquia. Alfonso Durazo vive en el mundo de la fantasía, hasta allá lo persigue Ricardo Bours para jugar en su cancha, Ernesto Gándara parece seguir una ruta de menor confrontación y más acercamiento. La chiquillada no cuenta. 

Presentado como el candidato más más leído y con más tiempo en la academia, Alfonso Durazo le apuesta a venderse como el idóneo, el que tiene una solución definitiva para cada obstáculo que enfrentamos los sonorenses, habla de justicia social, de disminuir brechas, pero en la realidad su apuesta es a atizarle al discurso de la división, del encono entre los que no tienen (sin importar el motivo) y que, por supuesto son mayoría y los que medianamente tienen, aunque sea producto de esfuerzo. 

¿Para qué buscar nuevas propuestas si la división ha rendido buenos dividendos al partido que lo postula? ¿Para qué enviar mensajes de unidad si los de hacer énfasis en las diferencias son el combustible que prende el agravio histórico? esencia de la cuarta transformación.

Los ciudadanos tenemos una desconfianza hacia lo que nos digan los políticos y más si andan en campaña, de ahí que si Durazo dice que Cajeme recuperará la grandeza si es gobernador, o si Gándara asegura que con él los pueblos indígenas van a ser tomados en cuenta o si Bours propone que los proveedores locales tendrán un lugar preferencial son palabras que se las lleva el viento.

Si dejamos el rumbo de Sonora a estos tres aspirantes y sus equipos estamos fritos. Somos nosotros como sociedad quienes debemos de ser más exigentes y empezar por recomponer y hacer funcionales los mecanismos de rendición de cuentas, si no, vamos a tener un gobierno tan malo como el de López Obrador, dedicado a linchar a quien no piensa como él y a descalificar a priori.

Todos los mexicanos que estamos vivos en este momento nacimos con un chip que de forma constante envía mensajes al subconsciente: “El PRI es el origen de todos los males de México”, generaciones enteras han crecido con esa idea, en el 2000 hubo alternancia, asumió la Presidencia alguien ajeno al PRI y poco cambió, hoy, en las primeras campañas políticas de un supuesto régimen distinto, la realidad nos alcanzó. No era el PRI, no era el PAN, pues los mismos vicios y peores los vemos con Morena. 

Si queremos aspirar a tener un mejor país debemos participar más como ciudadanos, de los personajes que sonríen en las fotos de los volantes no hay que esperar los grandes cambios.