CIUDAD OBREGÓN.- La pasión por dejar aportaciones en la experimentación científica en la agricultura y forjar a nuevas generaciones de investigadores que potencien la producción de nuevas variedades de alimentos, fue una de las metas de Lope Montoya Coronado.

Pudo haberse retirado al cumplir los 30 años como investigador del Centro de Investigaciones Agrícolas del Noroeste (Ciano) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), pero decidió seguir aportando por trece años más.

“Nos quedamos, pues, apoyando a las nuevas generaciones, capacitando a todos los nuevos investigadores”, resaltó Montoya, quien aportó el desarrollo de la variedad Náinari, de soya, una de las más exitosas de las últimas décadas para la industria.

También contribuyó en la investigación, experimentación y liberación de variedades de cártamo resistentes a la falsa cenicilla y la mosquita blanca, así como en el reforzamiento de las mismas, para lograr un mayor rendimiento y con ello mejoras económicas.

Es reconocido 

El experto, quien está por retirarse luego de 43 años de servicio, recibió una distinción a su trayectoria en la edición 69 del Día del Agricultor, organizado por el Patronato para la Investigación y Experimentación Agrícola del Estado de Sonora (Pieaes).

“Es un reconocimiento muy bueno porque valora los trabajos que hemos hecho en equipo, no nada más yo solo, formo parte de un equipo de investigadores veteranos y también parte de un equipo de nuevos investigadores, lo recibí con mucho gusto”, afirmó.

Si bien hay bastante investigación y personal que la realice en los centros de investigación agrícolas, destacó, hoy faltan recursos para validar esos trabajos y realizar la transferencia de tecnología hacia los productor.

“Lo que podamos generar dentro de los campos experimentales, si no lo validamos en los campos de ellos mismos y de ahí se hace la transferencia de tecnologías, pues no nos servirá de nada”, refirió.

Los retos a futuro 

Uno de los principales retos que debe enfrentar en el presente y a futuro la investigación agrícola, afirmó, es que ya ni hay tanto interés hacia la misma.

“Tenemos que irnos adaptando a los cambios, definitivamente, pero la investigación es algo muy importante que ahorita debemos ligar con otras especialidades, como la biotecnología y otro reto importante es la falta de agua no nada más en Sonora, sino en México y el mundo”, resaltó.

Ante estos problemas, Lope Montoya ejemplificó que como parte de la investigación actualmente se trabaja en variedades de materiales de trigo que puedan producirse con dos riegos de auxilio, lo cual se está validando y de ahí la importancia de los laboratorios.