Si el Presidente de México cree que con sacudir una vez el pañuelo ya se acabó la “corrupción de mero arriba”, tal vez haga falta que en la Sedatu lo sacuda más enérgicamente o que consiga un pañuelo más grande, y es que la dependencia que administra el hijo de Lorenzo Meyer sigue con los mismos vicios de los periodos que tanto critica Andrés Manuel López Obrador.

El lunes por la noche la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano procedió con el fallo en la licitación para la remodelación de los estadios de Hermosillo y Obregón, ¡¡Oh sorpresa!! al día siguiente en la mañana ya se encontraba en la ciudad personal de la empresa que supervisará la obra con todo y vehículos. O tienen capacidades psíquicas para tomar decisiones por anticipado y teletransportarse desde el centro del País o ya sabían que la licitación está más arreglada que un proceso interno de Morena. 

En términos beisboleros pudiéramos decir que gobierno y empresarios “se fueron al robo”. La corrupción no se elimina ni se transforma, solo se oculta y se insiste en negarla con vehemencia, después de todo hay un amplio segmento de la población que vive en estado de negación y en su afán comprensible por superar la corrupción del PRI y PAN despojan de toda sospecha al gobierno actual.

Parece que “el elefante echado, mañoso y reumático” al que hizo referencia AMLO en su visita de agosto a Cajeme avanza solo a capricho e interés presidencial, de otra forma no se entiende que los 500 millones de pesos que le urgen a Cajeme (y en los que él empeñó su palabra) para rehabilitar vialidades no hayan llegado, en cambio sí prosperó la remodelación de un estadio de beisbol, proyecto fundamental de la Cuarta Transformación. Por más que insista el Presidente en decir que no son iguales… pero cómo se parecen.

Muy bien le caerán a Cajeme la derrama de 88 millones de pesos que obtendrá Edificaciones del Noroeste S.A. (Edinosa) se espera que esta empresa a su vez contrate personal local y arrendadores de maquinaria para llevar a cabo la obra.

Qué bueno que en la Sedatu no hicieron oídos sordos al llamado del presidente de la Cámara de Industria de la Construcción el día 2 de este mes, cuando reprochó que la dependencia federal se estaba yendo por lo más barato en materia de licitaciones y a los constructores locales no les toca nada… bien por los directivos de la constructora ganadora de la licitación y el presidente de CMIC que ya se dieron cuenta que unidos se logran… ¡¡Oh coincidencia!! Se trata de la misma persona, Gilberto Brito, muchas felicidades. Toda inversión local beneficia al municipio y sus habitantes.

El despertar

Era el mes de noviembre del 2020, el último sábado, cuando en aquella maratónica sesión de cabildo Rosendo Arrayales y el Alcalde Sergio Pablo Mariscal se enfrentaban en esas estériles discusiones a las que nos tienen acostumbrados, el regidor del PT trajo a colación el nombre de Gabriela Martínez Espinoza, la edil de Morena de la anterior administración.

“¿A quién dijiste? No me acuerdo de ese nombre”, respondió Mariscal Alvarado, hoy que medio se están acomodando las cosas en Morena tal vez convenga empezar a hacer memoria e intentar hacer tersos los meses que restan en la administración.

Como que ya no hay mucho que averiguar al interior de Morena sobre quien será el candidato a Alcalde, solo es cuestión que pasen los días. 

Desde fuera y sin apasionamientos parece que los favoritos tendrán sus cercanos incómodos que les harán sombra, por un lado Javier Lamarque padecerá la popularidad de Orlando “Siri” Salido y en la otra esquina Rodrigo Bours resentirá los votos que obtendrá Abel Murrieta, sobre el resto de aspirantes lo bueno es que tienen salud.