Sin pretender dedicar este espacio al análisis de las políticas de las empresas que integran el llamado “Big Tech” -fundamentalmente porque mi conocimiento no me lo permite- sí aprovecho estas líneas para decir que en una sociedad violenta como la que nos tocó vivir es mucho más fácil vaciar las frustraciones en una red impersonal a fomentar el respeto para vivir en armonía en una comunidad.

Quienes hoy acusan censura por parte de las redes sociales son los que han usado esas plataformas y los aparatos del Estado para sembrar odio y división, los que anticipan que habrá que buscar opciones para Facebook y Twitter son los mismos que valiéndose de su poder calumnian un día sí y otro también a quienes no comparten su visión.

El presidente López Obrador lleva la polarización a las matemáticas, entre quienes comulgan con sus ideas -integrantes del pueblo bueno- y los que no le aplauden y le cuestionan, -y buscan el regreso de la corrupción (como si esta ya no existiera). 

Según su teoría matemática México no está polarizado porque su popularidad es tan alta que no lo permite, dice que apenas un 20 por ciento no lo quiere ver como Presidente mientras un 70 le aplaude.  López Obrador a últimas fechas ha brindado particular atención a distractores en un intento por desviar la atención de lo que debiera ser prioritario: la pandemia. Si los resultados estuvieran relacionados a la diatriba que le ha acompañado siempre no hubiera polarización.

Distraídos

Si bien la Constitución está del lado de quienes aspiran a contender por cualquier puesto público es necesaria tantita congruencia en aquellos que todavía desempeñan una función como parte de la estructura de la administración municipal, un poco de sentido común no les vendría mal ¿Hasta dónde piensan llegar? ¿Creen que hay un resquicio de posibilidad, primero de que los palomee Alfonso Durazo y luego de que los votantes los elijan?… Mejor a echarle ganas, a desquitar bien el sueldo y dejarse de distracciones, Cajeme tiene muchas “áreas de oportunidad”, para que se escuche bonito.

Contrario a los de palacio municipal, los que andan muy callados, casi a hurtadillas, son los aspirantes de la alianza PRI PAN PRD y el cuasi candidato de Movimiento Ciudadano Abel Murrieta, ¿pues no que muy echados pa´delante? Los que están más enterados dicen que no es la cancelación de “abelandia” lo que lo trae meditabundo, sino que en la misma boleta aparecerá Rodrigo Bours quien le sabe muy bien a los números, pero es permisivo con los que a su juicio roban poquito.

A propósito del partido naranja parece que no todos los productores están de acuerdo en que los metan en el mismo costal de apoyo a Eduardo Flores, de hecho, algunos de ellos dicen que prometer no empobrece y ya están volteando a ver la opción que ofrecerá Va Por México, el primero en levantar la mano para el 06 es Omar Guillén, de quien se dice tendría el respaldo del sector social.  

Se vienen las elecciones que habrán de determinar qué rumbo toma México, no se viven los mejores tiempos en la sociedad y como consecuencia tampoco en la política, de aquí al 6 de junio partidos y aspirantes podrán a prueba nuestra capacidad de asombro.