Cómo estarán las cosas en la sociedad cajemense que el sábado atacaron a balazos a dos policías muriendo uno de ellos y el tema principal en los comentarios de esa noche era la ordenanza que los Yaquis jugarían sin público, de ese tamaño es la naturalidad con que vemos la violencia en nuestro municipio. 

Que existan prioridades en los distintos temas en la población es entendible, pero que el Alcalde tenga una reacción por el cierre del estadio al público y no exprese de forma inmediata su indignación y condolencias por el policía caído es muy revelador. 

Duele como ciudadano ser testigo que la indignación de la autoridad no venga por los ataques a los policías y sí porque se imponga jugar sin público un deporte profesional en plena pandemia.

La reacción de Sergio Pablo Mariscal es inexplicable por una razón que cualquier político en ciernes tiene como regla: No centrarse en las personas sino en los argumentos. Sergio Pablo Mariscal vio en Enrique Clausen a un contrario y sobre él centró su réplica la madrugada del domingo, pero no es algo nuevo, tiene meses viendo en el Secretario de Salud a un rival.  

Para contextualizar recordemos que hace tiempo, con la pandemia ya azotando, Clausen Iberri señaló que en Cajeme había demasiada movilidad e hizo un llamado a quedarse en casa, entonces el Alcalde de Cajeme respondió a través de mensajes en Twitter que horas después borró. 

Es cierto, no son los boletines de prensa la forma institucional como debieran informar los representantes del Gobierno del Estado de sus decisiones de jugar sin público a los dueños de los clubes de beisbol, pero al final del día el asunto es más fácil que se arregle con reuniones civilizadas que a tuitazos.

Quedan en el aire las pretensiones del Alcalde con ese tono en la conversación, quizá algunas decisiones le competan al Municipio, pero ante un tema de salud más vale obedecer las disposiciones que se mandatan, pecar de condescendientes y sobre todo no perder de vista que el problema es de salud no de jerarquías ni de mando.

“Patit” comité

Con la pandemia llegaron unos subcomités patito, con representantes sin representatividad -disculpe la aparente paradoja- no tengo nada contra los jóvenes, pero por qué involucrar en un asunto tan serio como es el combate al covid-19 a un muchacho que es presidente del cabildo juvenil cuando todos sabemos que se trató de un evento sin relevancia, una ocurrencia para la foto.

En otra de sus escaramuzas el Secretario del Ayuntamiento puntualizó meses atrás que los miembros del comité en algunos casos no tienen voto solo voz, hoy nos enteramos que si votan y lo peor… que su voto es válido ¿cómo? Esto es un asunto serio, no son trabajos escolares.

Quedan en el aire otras interrogantes, como por ejemplo de qué manera se suplieron las ausencias de Rebeca Godoy en los subcomités, la del presidente del Copreco, acéfalo en el tiempo que se tomó la decisión.

Si quieren en palacio municipal que se les tome en serio deben enviar señales de seriedad, de profesionalismo, no de improvisación ni de arrogancia.