En nuestro artículo anterior nos referíamos al fracaso de la Guardia Nacional en Cajeme, el Presidente de la República tiene la película completa en todo el territorio nacional y el diagnóstico es el mismo, el brazo armado encargado de apaciguar al País es inoperante y los resultados son contrarios a los esperados.

Ojalá fuera solamente el fracaso de una corporación -ya estamos acostumbrados y pudiéramos sobrellevarlo- detrás de la decisión de que el Ejército Mexicano atiendan labores de seguridad pública está implícita la aceptación del fracaso de la estrategia de pacificación.

Desconozco sus entrañas, pero de lo visible todo está mal, empezando por su insignia. “GUARDIA NACIONAL, JUSTICIA Y PAZ. ¿Quien dijo que un grupo armado, aunque sea del Gobierno va a impartir justicia? Del comportamiento de sus elementos no hay mucho que abundar, ya vimos que por “una feria” están dispuestos a dejar trabajar a supuestos delincuentes.

En varias ocasiones hemos escuchado a los representantes del Gobierno Federal repetir que los ciudadanos no alcanzamos a comprender la estrategia del nuevo gobierno, Jorge Taddei precisaba que para reducir los índices del delito primero se tenían que atender las causas, lo hizo también el delegado en a nivel regional de Bienestar, al Alcalde de Cajeme también se le escuchó decir lo mismo, en el discurso suena bien, al aplicarlo es donde falla. 

Desde las primeras semanas del Gobierno Federal la percepción de la realidad parecía mal interpretada, por ejemplo, pagar a quienes vivían cerca de las líneas de combustible para evitarles la tentación de incursionar en el huachicoleo era un absurdo. ¿Desde cuándo hay que premiar por no delinquir?

Ya se cumplió más del año que los programas insignia del Gobierno Federal se aplican en todo el País, se han atendido las causas que según la visión del Presidente son la madre de los males de México, la injusticia social, la brecha entre quienes viven bien y quienes apenas subsisten y solo se han escuchado discursos, de la baja en la incidencia de homicidio doloso nada.

Justo hoy que inicia el periodo de cuatro años en que veremos al Ejército en las calles la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana pide no generar polémicas sobre el despliegue de elementos castrenses, nadie cuestiona la legalidad de la medida, claro que tiene un respaldo en la Constitución, la incongruencia es lo que sobresale.

El despliegue de las Fuerzas Armadas para combatir delincuentes en el sexenio de Felipe Calderón fue cuestionado de forma muy severa por Andrés Manuel López, el lunes 11 aparece el decreto donde toma exactamente la misma decisión. Hoy nos dicen que “las circunstancias que vive el país demandan que el Estado mexicano haga uso de todos los recursos con que cuenta”, suponemos que antes también estaban rebasados.

Reconocimiento

Es justo reconocer cuando más allá de cumplir con una obligación, el servicio público se convierte en una tarea que impacta positivamente en la vida de otros. Desde este espacio aplaudimos la noble labor de DIF Cajeme en muchos casos, pero particularmente en el de Marco Antonio Corral, un hombre que hoy tiene la oportunidad de una vida digna.