La ignorancia de la mayoría, una buena intención mal encauzada de otros y la vileza y oportunismo en algunas personas que se dicen periodistas llevan a estigmatizar a una paciente con covid 19, así como su actividad y establecimiento al ventilar datos personales solo por tener una notoriedad momentánea.

Es triste pero no sorpresivo, dado los antecedentes de algunos comunicadores, hacer públicos nombres y domicilios, advertir de forma estridente que alguien enfrenta cierto padecimiento no solo demuestra la estrechez de empatía con que se toma el oficio, sino contraviene el decálogo de los Derechos de los Pacientes.

Publicados en el portal del Gobierno de México, ser tratado con confidencialidad es uno de los Derechos de los Pacientes y debido a la información que circula, es el personal de los centros de salud, clínicas u hospitales públicos quienes son los “primeros respondientes” a los intereses mezquinos de quienes ven en el coronavirus una forma de tener presencia tanto personal como de sus medios.

Lo demás fluye solo, el reenvío, los likes, citar a alguien para compartir la información, es parte del día a día en la sociedad ávida de ponderar por sobre todas las cosas la información personal mientras no sea la propia, sobre todo si la persona atraviesa por un momento difícil, así de poco empáticos, así de vacíos.

Contra el virus carroñero de la prensa oportunista todavía no hay vacuna, por el contrario, se esparce rápido por las redes en Cajeme.

No es Cajeme un caso aislado, en la capital del estado varios medios no tuvieron reparo en publicar la fotografía del primer caso que se confirmó en Sonora. Al final del día cada quien sabrá la manera y en nivel como se abre paso para lograr la preferencia de los lectores.

Situaciones como la que vivimos sacan lo mejor y lo peor de los seres humanos. Lo vemos en los jefes de estado, en nuestros gobernantes, en políticos, figuras públicas, y también con quienes coexistimos en nuestra comunidad.

En la batalla campal épica y epidémica que originó el Presidente de México por actuar como político en campaña durante la semana anterior, parece que el resultado preliminar no le favorece, el tracking poll que hace El Financiero en asociación con Consulta Mitofski se percibe una tendencia a la baja en cuanto a su nivel de aprobación.

Hay prioridades

Lo político puede y debe esperar, las mediciones de popularidad de los servidores públicos ante esta circunstancia también, ya habrá tiempo para que ajusten cuentas en ese terreno, me refiero no a conflictos entre partidos, sino a los más cruentos, los internos... ya habrá tiempo de regodearnos con ellos, es momento de poner pausa y enfocarse en superar la contingencia.