CD. OBREGÓN, SONORA SÁBADO 3 DE MAYO DE 2025
Despejado
24°C
Tirarse al piso
Gustavo Zamora
3 de Noviembre de 2021

El señalamiento desde cabildo -con razón o sin ella-  sobre el papel de los medios en el clima de violencia que se percibe en Cajeme ha sido motivo para que algunos periodistas o reporteros se envuelvan en la bandera de la santidad y se arrojen al vacío, previo grito a los cuatro vientos del altísimo nivel de agravio que sienten en su interior, el asunto no es para tanto.

No debemos extraviarnos en la discusión, por sobre todas las cosas en las sesiones de cabildo existe y se ejerce el derecho a la libertad de expresión y debemos ser los medios los primeros en respetarlo, las expresiones que ahí se expongan y los puntos de vista que se planteen son solo eso, opiniones de ciudadanos con los mismos derechos que tenemos los demás mexicanos, mientras no se discuta y aprueben medidas que coarten nuestras libertades hay que dejar que nuestros ediles debatan con los argumentos que tengan a su alcance.

Que los medios de comunicación promueven la violencia en muchas de sus manifestaciones y las conductas delincuenciales es una verdad irrefutable, en términos generales así ha sido en las últimas décadas. 

En Cajeme, como en otros municipios del País, los índices de criminalidad han ido al alza producto, como lo ha dicho el actual Gobernador cuando se desempeñaba como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, de la delincuencia uniformada, la pasividad y la falta de voluntad del Presidente de la República ha influido bastante en que los delincuentes operen con libertad.

El morbo de la sociedad cajemense es saciado por sus mismos habitantes cuando ocurren hechos violentos, las escenas más brutales y que vuelan por los grupos de WhatsApp exhibiendo cuerpos perforados por las balas y rostros desfigurados las han grabado y compartido los mismos ciudadanos que de forma irracional graban la agonía de las víctimas de ataques armados

Algunos medios de comunicación de Ciudad Obregón y no pocas páginas de Facebook llevan un conteo, a veces molesto para las autoridades, del número de víctimas de homicidios dolosos, descubrimiento de fosas clandestinas, algunos robos a comercio y accidentes viales, en una extraña simbiosis no existirían estos medios de comunicación sin la delincuencia, no porque estos les provean de recursos como se insinuó, sino porque los nutre de la materia prima; la sangre y la muerte.

Que algunos periodistas reprochen a miembros del Ayuntamiento por señalarlos por ser caja de resonancia del delito es una exageración y esconda, tal vez, un deseo de tener alguna notoriedad para enarbolar un liderazgo, lo que sí tiene la prensa de Cajeme es una actitud pendenciera para “ablandar” a los políticos utilizando las herramientas a su alcance.

Mientras menos preparado está el servidor público y escasos sean sus resultados existe una mayor posibilidad de éxito de los pseudo periodistas para lograr vivir del erario, la capacidad de discernir, contrastar ideas y analizar pasan a segundo término en la lógica de algunos políticos, en la administración de Mariscal Alvarado, por ejemplo, bastaba abrir una cuenta de Facebook, tener un teléfono móvil y la “habilidad” de copiar-pegar textos y fotos, no se ocupaba más.

Es sano que se hagan señalamientos en ambos sentidos mientras no se pierda el respeto, tirarse al piso y acusar que desde cabildo se les estigmatiza es tratar, eso sí, de sobre dimensionar la situación y fungir como caja de resonancia para lograr intereses muy particulares, ni siquiera gremiales.

Breves

Lástima nombre que ostenta la asociación civil “Cajeme Cómo Vamos”, aunque tiene menos del año desde que hizo su aparición en público, en unos meses se ha desdibujado al punto de parecer solo un club de empresarios que en tiempos de pandemia ocuparon terapia ocupacional o al menos alguien con quien platicar de los baches que hay camino a sus casas.

Falleció Mario Rivas, un periodista de su época con un estilo amable y que nos hacía pensar en los avatares políticos de los actores de varias décadas, se le extrañará, su lectura era obligada, descanse en paz.