CIUDAD OBREGÓN.- En medio de un contexto marcado por la violencia y la desigualdad, un grupo de niñas y niños de la colonia Villa Bonita, en Ciudad Obregón, están creando algo profundamente transformador: teatro.
A través del programa Los Morros de la Villa, impulsado por el Colectivo Independiente Punto Tres, actualmente se encuentran desarrollando tres obras originales, resultado de un proceso creativo donde la reflexión, el juego y la construcción colectiva del concepto de hogar son prioridad.
“Seguimos trabajando cada sábado con clases de teatro y música, y ahora estamos en el montaje de tres obras con todas y todos los del grupo”, explicó Saraí Castro, integrante del Colectivo, “La idea es llevar estas puestas en escena a diferentes espacios de la colonia y que sean los propios niños y niñas quienes compartan lo que han aprendido con otras infancias”.
Además de las presentaciones, el equipo contempla dinámicas escénicas y talleres para abrir la experiencia a más niñas y niños, destacó, con el propósito de sembrar comunidad, creatividad y seguridad emocional en un entorno donde estas semillas son necesarias.
Afirmó que una de las obras nace de una pregunta profunda que surgió en los talleres: ¿Cómo se crea un hogar?, donde la respuesta de los menores fue: un hogar no es solo una casa, es un espacio de contención, libertad y amor, construido desde el encuentro humano.
“No buscamos solo formar artistas, sino abrir espacios de reflexión con las infancias”, reflexionó, “escuchamos lo que ellas y ellos ponen sobre la mesa, y desde ahí construimos. En este caso, hablamos del hogar como un lugar simbólico que se forma entre los abrazos, las risas, las charlas, incluso en el parque o en el bulevar”.
Después de dos años de trabajo sostenido, las transformaciones en los niños y niñas son evidentes, consideró ya que madres y padres coinciden en que los cambios más notables se reflejan en la actitud, la seguridad en sí mismos y la capacidad de expresarse. Algunos, incluso, han podido procesar experiencias de duelo o violencia a través del teatro.
“El teatro les ha dado una identidad”, comentó Saraí, “se ven como personas que pueden generar cambios, que pueden aportar a una cultura de paz. Hay avances emocionales, sociales y también físicos, como en lo psicomotriz. Pero lo más valioso es que se sienten parte de algo”.
Los Morros de la Villa es un programa completamente sin fines de lucro. Ni Saraí ni su compañero Héctor Partida reciben remuneración por su labor. Todo lo que se necesita para producir las obras, como vestuarios, escenografía o equipo, se costea a través de actividades como vendimias o donativos ocasionales.
“No lo hacemos por queja, sino por claridad. Este trabajo nace de una necesidad de aportar algo a nuestra ciudad desde las infancias. Pero si alguien quiere sumarse o apoyar, es bienvenido”, expresó.