CIUDAD OBREGÓN.- Las manos de Margarito Castañeda Delgado se han convertido en sus ojos y con una capacidad tan meticulosa, que hasta al más exigente de sus clientes deja satisfecho.

Y es que, a pesar de ser ciego, desde hace 18 años se dedica a lavar carros, lo hace afuera de su domicilio en la colonia Machi López, con una cubeta con agua y una franela.

“Mis manos son mis ojos, cuando comienzo a lavar el carro, siento pesado el movimiento de la franela, ya cuando está limpio es más ligero y le doy brillo, desarrollé otros sentidos, quiero que me caigan carritos para alivianarme, ojalá pudiera salir, aunque sea a barrer banquetas, pero no puedo andar solo, si aquí me andaban atropellando”, comentó.

A los 32 años de edad, cuando era obrero en una empresa distribuidora de madera, a Margarito le diagnosticaron retinitis pigmentosa, una enfermedad genética que ocasionó que gradualmente perdiera el sentido de la vista y lo obligara a pensionarse.

Pero la pérdida de un sentido, lo hizo desarrollar los otros, especialmente el olfato, el tacto y el oído.

“Yo te identifico a alguien incluso por el sonido de sus pasos, por el olor de su perfume, su humor y me grabo muy bien la voz y el desarrollar esos sentidos me ha permitido hacer lo mejor posible mi trabajo, hay gente que le pregunto si quedó bien lavado y me dicen que sí, que hasta parece que veo”, añadió.

El 2021 no lo empezó del todo bien, dijo, ya que de la actividad que vive, solo ha tenido dos clientes en lo que va del año.

Los interesados en apoyar a Margarito llevándole el coche para lavado o proporcionarle ayuda en especie, su domicilio se encuentra por la calle Orquídeas número 174, entre Coahuila y Triticale.

“Yo siempre digo lo que me quieran dar, 30 pesos por la lavada, o si me quieren pagar con frijol, tortillas, también es ayuda, yo lavo carros de 8:00 de la mañana hasta 5:00, 6:00 de la tarde o me pueden hablar al 644 1105986 y si ya estoy lavando uno les digo a qué hora se vengan”, mencionó.