CIUDAD OBREGÓN.- El estrés y los hábitos alimenticios, conjugados con factores hereditarios, son las principales causas por las que jóvenes menores de 35 años de edad, sean diagnosticados con cáncer de colon y páncreas.

Juan Pablo Márquez Manríquez, director binacional del Centro de Investigación para el Cáncer en Sonora (CICS), expuso que lo ideal es un desayuno excelente, una comida muy buena y una cena ligera, para evitar inflamación crónica en el estómago que desencadene en cáncer. 

“Estamos al revés, desayunamos muy rápido, porque queremos irnos a trabajar, comemos medio mal en el trabajo porque encargamos la comida al trabajo, pero llegamos a la casa con más tiempo y si nos podemos servir un cerro de comida”, expresó.

Dijo que el cenar muy tarde y en abundancia, ocasiona que las encimas encargadas de la digestión, inflamen el tracto digestivo que contribuye al desarrollo de cáncer de colon o páncreas. 

Hasta hace tres décadas, ambos tipos de cáncer solo se diagnosticaban en adultos mayores de 65 años de edad. 

“Ahorita tenemos cáncer de páncreas de colon y páncreas en Sonora jovencísimos 32, 34 años, independientemente del síndrome genético, porque hay pacientes muy jóvenes que tienen estos tipos de cáncer de muy jóvenes pero es por problemas genéticos, porque ya hay genética en la familia”, manifestó.

El médico oncólogo especialista en tracto gástrico, añadió que está comprobado con estudios científicos, que la parte espiritual juega un papel importante en la salud de las personas. 

“A veces nos preocupamos tanto por ascender en nuestros puestos, dar una mejor vida, enriquecernos y nos estresamos mucho, el estrés también tiene mucho que ver, se ha incrementado en los jóvenes, porque compiten mucho por tener un nivel, un estrato social y eso impacta químicamente al organismo”, manifestó. 

Además de alimentos saludables, las personas deben cuidar la cantidad y el horario en el que los consumen y aprender a manejar situaciones de estrés.