CD. OBREGÓN, SONORA MARTES 23 DE ABRIL DE 2024
Nubes dispersas
24.2°C
Disfraces
Francisco González Bolón
24 de Febrero de 2014

De no ser por la alta carga de dosis electoral contenida en las acciones de limpieza iniciadas el sábado pasado por una mujer de la política, ese programa puede calificarse de excelente.

Hace muchos años, Ciudad Obregón perdió su categoría de “la más limpia del noroeste”, debido, sobre todo, a una sociedad apática, reacia a participar en labores de mejoramiento de su entorno, bajo el sobado argumento de que ya paga impuestos con los que el gobierno debe, como lo es, tener esa responsabilidad entre sus acciones.

El sábado, todo un ejército de mujeres y hombres, adultos y jóvenes, se dedicaron en la colonia Sochiloa a limpiar las calles, pintar, aunque sea con cal, las guarniciones de las banquetas.

Ojalá y en la participación de esas personas no haya existido un pago de por medio sino que se movilizaran a partir de la convicción de que necesitamos una ciudad más limpia, tanto en el aspecto físico como en los valores morales que se han ido perdiendo y por eso la gran cantidad de crímenes cometidos en plena impunidad.

Para cualquier gobierno, el hecho de obtener el compromiso de los vecinos por limpiar, cuando menos, el frente de sus casas, es un bálsamo en medio de las penurias que se viven al interior del Ayuntamiento porque los recursos no alcanzan para tener más y mejores barredoras; más y mejores camiones recolectores de la basura y máquinas para mantener las calles libres de esos hoyancos que destrozan las suspensiones de los automóviles.

Pero la sociedad cajemense está enconchada. Pocos son los ciudadanos que se animan a poner su granito de arena para disfrutar de un ambiente más saludable, libre de zonas de infestación producida por la basura tirada en los solares baldíos, por citar uno de los graves problemas vividos en prácticamente todas las colonias y comunidades rurales.

A través de Seguridad Pública, también por los deseos de su titular por ser candidato a algo, se ha logrado cierto grado de participación en el mejoramiento de su entorno en muchos aspectos, obviamente el de la inseguridad como prioritario.

Pero mal se dan la vuelta los funcionarios cuando ya los chamacos y vecinos irresponsables se dedican a pintar las paredes de las casas ajenas o tirar basura y escombro en los parques, cuando no animales muertos cuyos hedores contaminan a todo el lugar.

Y es que un programa como Cuadrante Seguro será inviable mientras se carezca de liderazgos. El presidente municipal de Cajeme debe ser el principal líder y, en las colonias y comisarías o delegaciones, contar con gente que atraiga la participación ciudadana, sin ánimos electorales de ningún tipo, a fin de vivir mejor cada día.

Por eso, bienvenida la participación de quienes el sábado comenzaron con ese programa de limpieza en la colonia Sochiloa.
Lástima, y por eso no digo quién lo convocó, que ese ejercicio sea solamente una simulación de campaña política para posicionar su nombre en la opinión pública, a fin de ser candidata.

No se vale esa hipocresía. La participación ciudadana debe, tiene que lograrse, sin tintes partidistas. De otro modo, los esfuerzos por alcanzar un municipio de mejor nivel, se acaban justo cuando la persona obtiene o no la candidatura deseada.

Y eso, aquí y en China, es indigno. Y no corresponde a los principios que deben tener quienes militan en un partido que a diario pregona:

“Acción Nacional: una organización permanente de todos aquellos que, sin prejuicios, resentimientos ni apetitos personales, quieren hacer valer en la vida pública su convicción en una causa clara, definida, coincidente con la naturaleza real de la Nación y conforme con la dignidad de la persona humana”.
Cómo extrañan, los panistas de a deveras, a Manuel Gómez Morín.

En corto

Un poco  aventurada la declaración del ingeniero Humberto Meza, secretario de Desarrollo Urbano en Cajeme, referente a que en esta semana terminarán el tramo de la calle Quintana Roo, entre Río Nazas y la 200. Hay quienes opinan que la decisión de pavimentar con dos materiales distintos una misma calle es una arma extraordinaria para quienes más adelante desde la oposición habrán de recordar que en la presente administración no ha medido a todos con la misma vara.

Y mientras los funcionarios públicos municipales se indignan por la tala de los árboles del edificio de Conagua, personal del propio Ayuntamiento alistaba las motosierras para talar eucaliptos en el deportivo Álvaro Obregón. La idea es instalar una estructura metálica para, asómbrese usted, “¡dar sombra!”. Como si la natural proyectada por los árboles se las estuvieran vendiendo… a menos, claro está, que ese sea el objetivo: tener a alguien a quién beneficiar económicamente con la construcción de la estructura. Así, ni hablar.

Enorme problema el causado la semana anterior por el twitter enviado desde la cuenta del alcalde Rogelio Díaz Brown, a quien se le reconoce el valor para aceptar que en realidad ese mensaje salió de su cuenta. No se necesita ser un genio para saber que el mensaje lo escribió alguien a quien, por cierto, ni se le paga para hacer eso y que indebidamente tiene las claves de acceso a una red social que debe manejarse con alto grado de responsabilidad, pues se trata de la primera autoridad municipal. Pero esa es sólo una muestra del desorden que se traen quienes le platican verdades a medias al alcalde.

Dos meses es mucho tiempo para poner orden en las calles de Ciudad Obregón, pero ese es el tiempo que pidió el secretario del Ayuntamiento para quitar de las calles a los vendedores de autos que se instalan en las principales calles, mientras que los comerciantes formales están ya desesperados por la inacción del Ayuntamiento. Aquí bien se puede aplicar la frase: "Demasiado análisis causa parálisis"...

franciscogonzalez.bolon@gmail.com