La corrupción y la impunidad en México son problemas sistémicos y transversales, de consecuencias perniciosas, sobre los cuales no se ha actuado.

Así lo concluye la segunda edición del libro "México, anatomía de la corrupción", elaborado y presentado por María Amparo Casar, presidenta ejecutiva de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Para muestra, la investigación estima que el próximo año la corrupción le costará a nuestro País alrededor de 906 mil millones de pesos, que equivale a casi cuatro veces el recorte al Presupuesto de 2017.

"A pesar de que la lucha contra la corrupción y la impunidad forma parte de todos los discursos y ofertas políticas de los partidos y gobernantes, ninguno ha mostrado compromiso real con la disminución de esta práctica", señala el libro.

"Sigue prevaleciendo entre ellos la costumbre de abusar del poder político para beneficio personal, y después de abusar, la práctica de sustraerse a la justicia".

Durante la presentación, Casar señaló que 79 por ciento de los mexicanos cree que la corrupción es un tema serio y que en 2015 se presentaron 4.9 millones de casos de corrupción en trámites.

También observó que 44 por ciento de las empresas realizó pagos extraoficiales y que México ocupa el último lugar de los países de la OCDE en percepción de corrupción.

"Si se ha quedado igual (la corrupción), ha aumentado o ha disminuido, de todas maneras lo que nos dicen los indicadores es que estamos en un problema muy severo que está impidiendo el crecimiento y el desarrollo económico", comentó.

"Que está afectando seriamente a la desigualdad y está teniendo costos en la convivencia social (...) que si no comenzamos a resolver con cierta celeridad, creo que podemos entrar en una espiral de crisis de la cual va ser cada vez más difícil salir".

Claudio X. González, presidente de MCCI, consideró que el contenido del libro lastima, duele e indigna, porque refleja que la corrupción en México es una "epidemia" que está frenando el desarrollo económico del País y deslegitimando las instituciones.

"Remediarla ya es hoy una cuestión de supervivencia del Estado, y absolutamente todos tenemos que hacer nuestra parte, y en particular diría yo, la ciudadanía", expresó.

González consideró que si bien los datos son contundentes y lacerantes, México no está "condenado" a ser un País corrupto y puede cambiar su situación actual.

"Estamos en una evolución histórica que tenemos que acelerar para llegar a ese País de leyes y a ese Estado de Derecho que tanto anhelamos, como un piso firme, como un piso de confianza, como un piso que nos permita el desarrollo más pleno", mencionó.

"No estamos condenados a esta situación, la acción de todos nosotros nos puede llegar a una situación distinta. Hay que evitar dobles morales, hay que evitar pensar que la corrupción slo está en el ámbito gubernamental".