CIUDAD DE MÉXICO.- Si hoy el País necesita de un recorte de más de poco más de 239 mil millones de pesos es en buena medida porque el Gobierno federal fue incapaz en años anteriores de gastar de forma eficiente y con responsabilidad, criticaron especialistas.

Reunidos en el foro "Calidad del Gasto Público", expertos señalaron que en años anteriores el gasto del Gobierno fue exacerbado y con poco impacto, y por ello hoy se pagan las consecuencias.

"Estamos tomando decisiones fiscales muy malas no de ayer, de hace tiempo, y que hoy nos están pasando un costo relevante.

"El gasto público crece y crece, y lo había venido haciendo por encima del crecimiento de la economía", denunció Mariana Campos, directora del Programa de Gasto de México Evalúa.

Una forma de detectar la mala calidad del gasto, dijo, es observar los aumentos que hubo en rubros como comunicación social de las dependencias, que en 2015 alcanzó un presupuesto ejercido de 8 mil 70 millones de pesos.

Además detalló que hubo un gasto importante y poco transparente en rubros del Presupuesto destinados a servicios personales y fondos para hacer reservas financieras del Gobierno.

Campos enfatizó que los recortes del Gobierno no han tenido efecto en las finanzas públicas porque de cualquier modo termina cada año gastando más de lo aprobado por el Congreso.

"Para que haya credibilidad en los recortes deberían quedar en ley los techos; si no se pone un techo fijo no tenemos garantía que esto no salga de control", mencionó.

Al respecto, Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), recalcó que el recorte presupuestario para 2017 no será suficiente porque la dinámica de gasto arrastra una tendencia negativa.

"Los recortes nunca funcionaron porque el Gobierno siempre terminó gastando más de lo aprobado y los ajustes que se pretenden no cambiarán la dinámica.

"¿Vamos a tener superávit primario? Pues no, el Gobierno ya tiene compromisos ineludibles que se están comiendo sus ingresos", afirmó.

En años recientes, abundó, el Gobierno federal optó por recortar inversión pública sin meterse de lleno a otros asuntos, como el gasto ocioso en operación, y por ello se ha comprometido también el crecimiento económico de mediano y largo plazo.