“Juro cumplir y hacer cumplir las leyes y si no que el pueblo me lo demande”… más o menos esas son las palabras que se pronuncian cuando asumen los cargos la mayoría de los servidores públicos, pero de inmediato hacen todo lo contrario, ven en los ciudadanos potenciales víctimas y se dedican a robarles todo, el político tradicional se enfoca en el dinero y la creciente especie del político/vedete  busca robarse también nuestra atención al reclamar, sin mérito alguno, espacios en medios. Esta semana los panistas se llevaron los titulares, ya antes se habían llevado el dinero.

Hace siete años los sonorenses eligieron pedirle la bola al autodenominado PRI Sonora y pusieron a gobernar al PAN, hoy los funcionarios emanados de Acción Nacional son acorralados y serán, tarde o temprano, puestos a disposición de la autoridad judicial para que determine si hay delito.

La exhibición de un Jorge Morales Borbón perturbado y ya sin esa pose tratando de aparentar un dominio de la opinión pública y control  mediático es solo el inicio, sus gestos de intelectualidad de dos pesos fueron reducidos a nada al hacerse pública esa foto de un individuo acobardado. La imagen se repetirá con distintos personajes. Esperemos procedimientos justos, sin exonerar pillos por más cercanos a jerarcas del PRI que estos sean pero tampoco sin el linchamiento para pagar todo tipo de facturas pendientes.

El papel de los medios de comunicación “grandes” en los seis años de padrecismo fue lamentable, recuerdo que mis amigos de las televisoras no podían creer lo bien que les estaba yendo con los contratos pactados con el Gobierno estatal, sabedores que estaban vendiendo no solo sus espacios para la publicidad sino el contenido de sus noticieros y su línea editorial se trazaría desde la oficina de Morales Borbón, hoy, son esos medios quienes exhiben los despojos de quien meses atrás era prácticamente su patrón.

Un estudio aparte merece el papel de los periodistas que al no insertarse en la nómina disfrazada de proveeduría del gobierno anterior, encauzaron todo ese odio acumulado en sus textos que apresurados compartían etiquetando a políticos y empresarios como buscando la palmada en el hombro. 

El fiscal anticorrupción en rueda de prensa citó una parte de un artículo del Código de Procedimientos Penales, sin querer en el texto Odracir relató la forma también como operan también muchos medios de comunicación. Si Jorge Morales lo hizo deberá pagar por ello, pero vale la pena retomar la cita porque viene como anillo al dedo a mucha gente de los medios.

“Al que sin derecho y mediante coacción o intimidación obligue a otro a dar, a hacer, no hacer, dejar de hacer o tolerar algo con la finalidad de obtener un lucro para sí o para otro”, por desgracia esa es una forma de acercamiento de algunos comunicadores y son mecanismos para obligar a funcionarios a comprar espacios y participar en los presupuestos de comunicación.

El acueducto sigue y seguirá

En la semana el grupo opositor al acueducto Independencia se sacudió un poco la modorra y nos recordó que la obra sigue siendo buen negocio para unos cuantos en Cajeme y pese a la lejanía es una forma de subsistencia de un puñado de personas en los últimos seis años, con una postura inflexible y dura en un inicio pero dócil y domesticada a últimas fechas. Conagua por su parte nos dijo que la obra va a seguir por mucho tiempo llevando agua a Hermosillo. En medio queda la etnia yaqui para quienes continuar en el papel de agraviados es sinónimos de garantizar continúe el flujo de apoyos siempre insuficientes y nunca bien utilizados. La buena noticia es la incorporación del investigador Rodrigo González en el proyecto de desalación que en un futuro (pero muuuy a futuro) llevará agua a la capital del estado.