Guillermo Padrés y su equipo intentó secuestrar al PAN, pero se le rebelaron las bases y le demostraron que la lucha política debe ser legítima, clara y valiente, no escribiendo renglones torcidos, como él acostumbra

Se configura la oferta electoral para los sonorenses.

En los diferentes Municipios, puede sopesarse el trabajo de los partidos y, por supuesto, de quienes aspiran a cargos de elección popular.

Existen señales muy claras que reprueban el secuestro autoritario de Guillermo Padrés y sus operadores políticos del Partido Acción Nacional, porque hasta el momento las evidencias dejan claro que no le están resultando sus estrategias al señor gobernador.

Por ejemplo, en Hermosillo se le reveló una mujer de carácter y decisiones, a quien trataron de minimizar en el que fue su partido, por instrucciones del hombre de Cananea, y sencillamente abandonó las siglas azules de Padrés y Roberto Romero, para sumarse a Movimiento Ciudadano, mismo que la postulará para la alcaldía de la capital del Estado, con muchas posibilidades de volver a estar al frente de la presidencia municipal.

En Cajeme, ilusionaron –con una supuesta jugada de ligas mayores-, al empresario Gustavo Almada Bórquez, para que hiciera labor de proselitismo, con la palabra del gobernador de que sería el candidato del PAN y luego alcalde; pero no contaba Padrés Elías con que la estructura azul del municipio no se dejaría sojuzgar tan fácilmente, y ésta marcó sus propias reglas, abrió el abanico de oportunidades a su militancia y a la sociedad civil, con resultados muy promisorios, porque Jesús Félix Holguín, que es garantía de triunfo en la interna y con amplias posibilidades en la externa, está, también, en pie de lucha.

La lectura de los renglones torcidos que escribió el gobernador en política, demuestran su ineficiencia en este quehacer, pero también en la siembra de odios que deja en su sexenio, donde contrapuso al norte con el sur, al construir ventajosamente un acueducto para robar el agua del Valle del Yaqui, cuando existían alternativas más viables e inteligentes que le habrían abierto el reconocimiento de propios y extraños, aplicando una estrategia social y humana; pero demostró que en él prevalece no la humildad, no el sentido común, sino la arrogancia, y una sed enfermiza de poder.

Hoy, Gustavo Almada, quien tiene un claro sentido del servicio social desde el vértice del sentimiento ciudadano, le dio un revés a Padrés y le clausuró su otra obra ventajosa, ésta de trasvases políticos, aceptando la candidatura del partido Movimiento Ciudadano por la presidencia municipal de Cajeme, hecho que dio a conocer el mismo dirigente nacional del organismo, Dante Delgado Rannauro, acompañado de María Dolores del Río y Javier Castelo Parada.

Esto deja entrever que en Cajeme, el horizonte político para el domingo 7 de junio, está casi conformado, porque es innegable que Almada Bórquez estará en las boletas por Movimiento Ciudadano; Jesús Félix Holguín, por el PAN; Faustino Félix Chávez, PRI; faltando la decisión del PRD y de MORENA, donde, si Rodrigo Bours Castelo, ciudadano con muchas posibilidades de ganar las elecciones se sacude el fantasma de su hermano Ricardo, comprende que el PRI jamás lo nominará candidato, porque el reparto elemental, hacia abajo, ya está dado, y se atreve a ser un ciudadano resuelto y reta los tiempos y a los caciques, tendrá las posibilidades de llevar a Cajeme hacia un Gobierno Ciudadano; de lo contrario, siempre vivirá con ese trauma de indecisión.

Le saludo, lector.